Adicto al tren

Adicto al tren

Los que mejor me conocéis sabéis que no vuelo. Dejé de subir a aviones hace unos veinte años. Tras un Bruselas-Valencia que no fue especialmente traumático, decidí que no volvería a viajar en avión. Y en ese instante me sentí feliz. Seguro.

El caso es que esas semanas he tenido que viajar bastante. A Barcelona, a Nimes, a París, un par de veces a Madrid… Y he hecho todos los trayectos en tren. Ya sé que es una barbaridad, no hace falta que me lo recordéis. Y pese al cansancio, debo reconocer que me gusta viajar en tren. En AVE especialmente.